Hildegarda:
El ciempiés está caliente. Tiene las mayores virtudes para el hígado, los pulmones y los intestinos enfermos. Tome el ciempiés, cocine en abundante vino, agregue miel pura y hierva nuevamente; luego triturar un poco de pimienta larga y el doble de canela; hervir nuevamente con el vino, pasar por un paño. Obtenemos así una poción. Beber en ayunas o después de las comidas. Le hace bien al hígado, purga los pulmones, cura los intestinos enfermos, hace que desaparezcan las enfermedades internas y la descomposición. También seque el ciempiés al sol brillante, o muy suavemente sobre un ladrillo caliente, reduzca a polvo; en ayunas o después de la comida, ponte este polvo en la mano y chúpalo: alivia los dolores de cabeza, de pecho y los otros dolores que hay en el cuerpo.